Ha finalizado el taller que, D. Antonio Naval Mas nos ha impartido a lo largo de seis sesiones bajo el título antes reseñado.
A lo largo de todo el taller ha ido desgranando y desarrollando el temario propuesto acompañando su exposición con multitud de información fotográfica y de planos creados por él, haciéndolo más comprensible e interesante.
Comenzó su primera sesión hablando de las calles del entorno de la Catedral y toda la zona que comprendía el antiguo Barrio Gótico; Zapaterías nueva y vieja, carnicerías, Iglesia de Santa María de Illa Sede, callejón y calle hasta puerta de Montearagón, desaparecidos.
Siguió en su exposición con la Alcaicería mora, mezquita, la Madrasa árabe, Baños moros, Zoco y la transformación de la plaza de la Catedral.
En las sesiones siguientes hizo especial mención al Palacio Episcopal Viejo, su formación y ampliaciones. Las diversas dependencias que lo componían, su evolución y pérdida.
La Claustra de los canónigos, la Sala de la limosna, los restos de la calle de la Limosna y el claustro gótico inconcluso, con el aljibe-pozo público surgieron en su exposición avalados por los planos que, sobre ellos había realizado, así como de los trujares y bodegas. La comparación de antiguas fotografías con otras de actualidad nos dio idea del paulatino deterioro de toda la zona.
Muy interesante también su estudio sobre la Catedral, como centro del barrio y de la ciudad, así como la transformación del lugar desde las épocas romana, visigoda, musulmana y cristiana.
Finalizó con una lectura oculta de la portada, alero y cenefa-imposta del interior de la Catedral así como del retablo mayor, la oculta capilla del Sacramento y su bella escalera y la incidencia y significado de los equinoccios.
A lo largo de todo el taller no solo se ha limitado a exponer la situación actual, muy realista con el estado de deterioro experimentado en todos los edificios del entorno de la Catedral, sino que ha reseñado propuestas para la posible consolidación, restauración y puesta en valor de aquellos elementos con mayor valor arquitectónico. De conseguirse, el valor para Huesca sería incalculable.
