El
profesor Naval se remontó al origen del jardín cuando los hombres primitivos,
cansados de cazar para subsistir,
optaron por domesticar animales. Paralelamente, en lugar de recolectar
verduras y frutos lejos de la choza, idearon acercar el huerto en un alarde de
dominio de la naturaleza.
Este
proceso dominador se puede cronificar en tres etapas:
1ª. Italia.
En los ss XV y XVI. El jardín italiano se estructura mediante grandes avenidas.
Conectan con caminos más estrechos para conformar una red de parterres con
formas geométricas. Abundan estatuas de personajes mitológicos.
2ª.
En el s XVI. El jardín francés recorta bojes para esculpir formas armónicas.
Los estanques y fuentes tienen la función de encuadrar paseos románticos de
aromas y colores.
El
laberinto es elemento indispensable.
Ejemplo es el que se mandó construir Luis XIV. Su función consistía en el mutuo
acuerdo de la pareja pora “dejarse perder” con la complicidad premeditada de la
sorpresa del encuentro.
3ª.
En el s XVIII. Jardín inglés. Se deja a la naturaleza que crezca con total libertad. No se mutilan los setos. El
elemento importante es el templete de planta circular a imitación de la
antigüedad clásica.
El
taller se inició con la descripción del jardín de Lastanosa, y no han faltado
las de los jardines árabes, medievales, chinos, japoneses o contemporáneos en
España y Estados Unidos.
Visita al Monasterio de Piedra y Alhama |
Resumen:
Cuatro características conforman la razón de ser de un jardín histórico como
expresión del paisaje urbano: Canon
o dimensión; proporcionado y armónico con
el ambiente que le rodea y capaz de entusiasmar por su belleza.
La
propuesta de Antonio Naval sobre la visita al Monasterio de Piedra y Balneario
de Alhama de Aragón fue muy acertada, participando un numeroso grupo de alumnos
y acompañantes en la excursión (ver fotos),
pudiendo apreciar en sus parajes los fresnos, castaños, chopos y plátanos, que
ofrecían toda una gama de colores otoñales.